V2G o "vehicle-to-grid"
Cómo ‘alimentar’ tu casa con el vehículo eléctrico (y ganar dinero con ello)
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Las baterías de los coches eléctricos también tendrán aplicaciones en el hogar. A medio plazo será posible almacenar en ellas la energía generada por las placas solares y recuperarla para su uso en la casa. También incluso llegar a sacar un rendimiento económico
La domótica y la integración de la tecnología en el hogar están sirviendo para dar el paso a una verdadera transición energética en nuestras casas. Los electrodomésticos son más eficientes; la vivienda se puede autoabastecer de energía mediante placas solares u otras instalaciones; y es capaz de distribuir el flujo eléctrico en diferentes direcciones en función de las necesidades. Incluso, esta casa conectada puede producir un excedente eléctrico traducible en ingresos económicos para sus propietarios.
En este contexto que ya es una realidad plausible, también puede desempeñar un papel el coche eléctrico, porque es un medio de transporte sostenible, pero también puede funcionar como almacenador de esa energía. Cargar el automóvil es sencillo cuando se cuenta con una infraestructura fotovoltaica en el hogar, basta con enchufarlo y que reposte la energía que producen las placas solares. Solo hay que comprobar las compatibilidades en el caso de las cargas rápidas y ultrarrápidas.
“Por lo demás, no existen problemas de incompatibilidades entre el vehículo eléctrico y el sistema de energía solar”, apunta Paula Santos, directora técnica de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), principal asociación del sector en nuestro país. La experta sí matiza que “es recomendable estudiar el consumo de la vivienda para integrar adecuadamente el gasto que supone el coche y que no afecte al del resto de electrodomésticos”.
Un paso más allá: 'Vehicle-to-home' y 'vehicle-to-grid'
Llegados a este punto, una vez que el coche eléctrico está cargado gracias a un sistema de autoconsumo energético, hay varias opciones: usar el vehículo para desplazarse o, bien, para suministrar energía a la casa cuando la meteorología no permita el funcionamiento de las placas solares. Incluso existe una tercera opción, verter esa electricidad a la red y ganar dinero con ello. “Se trata de entender la casa como un todo, en el que se integra el coche como consumidor, pero también como proveedor de energía”, explica Javier Aríztegui, porfolio manager del Repsol Technology Lab.
Los sistemas ‘vehicle-to-home’ permiten almacenar en la batería del coche la energía renovable generada por las placas solares cuando las condiciones meteorológicas son óptimas o cuando el mercado eléctrico es más barato. Esa energía se puede utilizar en la casa en otro momento: por la noche o en los picos de consumo, cuando la luz es más cara. Además, cuando el sistema permite verter esa energía a la red se conoce como ‘vehicle-to-grid’ y se pueden obtener beneficios como productor eléctrico.
“Se trata de entender la casa como un todo, en el que se integra el coche como consumidor de energía, pero también como proveedor”. Javier Aríztegui, Repsol
Para facilitar la gestión inteligente de estos sistemas, compañías como Repsol, están desarrollando los denominados EMS (Sistema de Gestión Energética), que podrían ayudar a sus clientes a reducir el consumo de energía hasta en un 20% en climatización y hasta un 40% en la cadena de frío. Basándose en algoritmos de inteligencia artificial, los EMS “aprenden cuáles son nuestras costumbres de consumo y hacen una estimación de cómo será la demanda en la vivienda a lo largo del día; así ajustan el consumo de cada electrodoméstico y controlan en qué momento las baterías del automóvil pueden tomar la energía o la deben verter al hogar”, destaca Javier Aríztegui.
En el caso del ‘vehicle-to-grid’, la aportación de la batería va directamente a la red eléctrica. “Si esto lo hacen de forma coordinada numerosos usuarios, la aportación al sistema eléctrico es relevante y reciben una remuneración por ello”, asegura Aríztegui. En la actualidad, la compañía española está desarrollando un dispositivo que agrega sistemas EMS para que operen como si fueran una sola entidad en el mercado eléctrico. Se conoce como VAM (Virtual Asset Management) y actúa frente al mercado suministrándole energía o disminuyendo la demanda de sus clientes, respetando en todo momento las necesidades de cada consumidor.
A medio plazo, el ‘vehicle-to-home’ y el ‘vehicle-to-grid’ pueden ayudar a hacer un uso más eficiente de la energía, pero aún deben superar algunos retos tecnológicos. El principal es que “no todas las baterías están adaptadas para que el flujo recorra el camino de ida y de vuelta”. La mayoría de los coches eléctricos en el mercado permiten la entrada de energía, pero no su salida, porque las descargas pueden comprometer la vida útil de la batería. "Cuando se solucione esta cuestión y se extienda el uso de los EMS, cambiará por completo la relación que tenemos con la movilidad y la energía”, concluye Aríztegui.
Publicado en El Confidencial