El Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se ha reunido hoy con el Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en la central hidroeléctrica de Aguayo, para conocer los detalles técnicos del proyecto de ampliación de la central de bombeo, conocido como “Aguayo II”, una de las iniciativas que contempla el Plan Estratégico 2021-2025 de la compañía multienergética, que se enmarca en su objetivo de ser neutra en carbono en el año 2050.
De llevarse a cabo, este proyecto supondría incrementar en 1 gigavatio (GW) la capacidad instalada de la actual central de bombeo y elevarla hasta un total de 1,4 GW, convirtiéndose en la segunda más grande de España de sus características, en lo que sería la mayor inversión de la historia de Cantabria (700 millones de euros, aproximadamente).
En la visita también han estado presentes el Vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, el Consejero de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio del Gobierno de Cantabria, Francisco Javier López Marcano, la Directora General de Cliente y Generación Baja en Carbono de Repsol y Presidenta de Repsol Electricidad y Gas, María Victoria Zingoni, y el Director de Generación y Mercados de Repsol, Javier Anzola.
La central hidroeléctrica de Aguayo forma parte del negocio de Generación Baja en Carbono de Repsol, uno de los cuatro pilares del nuevo modelo organizativo de la compañía, que continuará aumentando su cartera de activos e impulsará su expansión internacional con el objetivo de ser un operador global, con una capacidad de generación que alcanzará los 7,5 GW en el año 2025 y los 15 GW en 2030.
Para ello, la compañía planea continuar con el crecimiento orgánico de este negocio, gracias al desarrollo de una cartera de proyectos en operación, que entre 2020 y 2025 se incrementará a un ritmo superior a los 500 MW anuales. Entre las iniciativas previstas está la ampliación de la central de bombeo de Aguayo, que ya dispone de una declaración de impacto ambiental (DIA) favorable. El Gobierno de Cantabria y Repsol quieren que este proyecto se incluya dentro de los fondos europeos de recuperación. Para su aprobación definitiva también deben darse unas condiciones y un marco regulatorio que garanticen su rentabilidad.
El Presidente de Cantabria ha señalado la importancia de este proyecto para la comunidad autónoma y ha destacado que cuenta con “todo el apoyo” de su Gobierno. “Estamos ante la mayor inversión de la historia de esta tierra en uno de los momentos económicos más difíciles, como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia, por lo que puede ser un auténtico revulsivo y colocar definitivamente a la región entre los territorios productores de energías renovables”, ha añadido.
Por su parte, Josu Jon Imaz ha indicado que Repsol tiene “la ambición y el deseo” de llevar adelante la ampliación de Aguayo. “Es un proyecto importante no solo para la compañía, también para Cantabria y para el sistema eléctrico español. Y es un proyecto que contribuye al objetivo global de descarbonización y de compañía de Repsol, apoyando, desde nuestras capacidades industriales, el desarrollo económico de la región y del país en un momento de gran importancia para la recuperación de la economía”.
La central hidroeléctrica de Aguayo, ubicada en el municipio de San Miguel de Aguayo (Cantabria), se encuentra en funcionamiento desde el año 1982. Se trata de una central de bombeo reversible, cuya principal característica es que es capaz de almacenar energía eléctrica. Esta central utiliza como depósito inferior el embalse de Alsa y como depósito superior, el embalse de Mediajo.
Esta ventaja diferencial permite su utilización dentro del sistema eléctrico para compensar los momentos en los que hay exceso de producción renovable, acumulando energía, y los momentos de exceso de demanda, generando energía.
Para ello, en las horas de baja demanda o elevada producción renovable se utiliza la energía eléctrica sobrante en el sistema para bombear enormes cantidades de agua a un embalse elevado, en este caso, el denominado depósito del Mediajo. En los momentos en los que se requiere energía eléctrica adicional, por existir una gran demanda o una baja producción renovable, el agua se deja caer al embalse inferior, el embalse de Alsa, para mover las turbinas, que vuelven a generar electricidad.
Aguayo II consistiría en la ampliación de la central, de forma que, casi sin impacto visual y sin necesidad de realizar actuaciones de relevancia en el embalse de Alsa ni el depósito del Mediajo, se optimice su funcionamiento.
Para ello, se instalarían de forma subterránea nuevas conducciones de agua y equipos que permitirían incrementar la potencia de la central hasta cerca de 1.000 MW adicionales, con lo que la producción anual de energía llegaría a los 2.000 GWh/año. La ampliación de la central se configuraría con cuatro grupos de turbinas reversibles de una potencia aproximada de 250 MW cada una.
Uno de los aspectos fundamentales del proyecto es su compatibilidad con la conservación medioambiental del entorno. La ampliación de Aguayo combina una mayor eficiencia en la generación a partir de fuentes renovables con una instalación subterránea, sin impacto en el paisaje, aportando una solución sostenible desde un punto de vista medioambiental.
Además, para la puesta en funcionamiento de Aguayo II no sería necesario ampliar los embalses existentes. Con una obra respetuosa con el medio ambiente, se conseguiría una mayor cantidad de energía procedente de fuentes 100% renovables.
Por otro lado, la ampliación de la central permitiría un sólido desarrollo industrial y fomentaría el empleo en la región. Además de los puestos de trabajo directos e indirectos requeridos durante la vida útil de la central, la construcción durante los más de cuatro años previstos para su puesta en servicio requeriría de una importante cantidad de trabajadores, lo que supondría un notable impulso económico para la zona. Se estima que en los momentos de mayor actividad habría alrededor de 1.000 personas trabajando directamente en la obra.
La inversión de 700 millones de euros, aproximadamente, por parte de Repsol supondría un importante impulso económico para la zona y abriría nuevas posibilidades para dinamizar la economía regional. El proyecto de Aguayo II se ajusta al compromiso de Repsol de ser una compañía cero emisiones netas en el año 2050, en cumplimiento del Acuerdo de París.
En la actualidad, Repsol tiene en Cantabria más de 260.000 clientes de electricidad y gas, que suponen una quinta parte de los 1,2 millones de clientes con los que la compañía multienergética cuenta en la actualidad en el conjunto de España.
Repsol dispone en el Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (PCTCAN), situado en Santander, de una sede en la que trabajan casi 100 empleados y donde se ubica un moderno centro de control de los activos de generación de energía hidráulica. En la capital cántabra también hay una de sus principales oficinas comerciales de electricidad y gas, en concreto en el emblemático Paseo de Pereda.
Además, cuenta con las instalaciones de la planta química de Dynasol −en alianza con su socio KUO−, que se dedica a la producción de caucho sintético para distintas aplicaciones, dando empleo a más de 400 personas, entre puestos de trabajo directos e indirectos. Actualmente, Dynasol tiene en fase de ingeniería el proyecto de construcción de una nueva línea de caucho sintético que supondrá una inversión estimada de 55 millones de euros.
Asimismo, Repsol tiene medio centenar de estaciones de servicio repartidas por toda la región, suministra combustibles en siete puertos y cuenta con tres agencias distribuidoras de butano y propano, entre otras actividades de la compañía.
Por otro lado, Repsol está construyendo en el puerto de Santander una terminal de suministro de gas natural licuado (GNL). El proyecto, que entrará en operación en 2023, está cofinanciado por la Unión Europea dentro del programa CEF (Connecting Europe Facility) y desarrollado junto con la Autoridad Portuaria de Santander, ESK y Enagás, dentro del LNGHIVE 2. Repsol apuesta por el GNL como combustible clave en la transición energética y como vía para descarbonizar el transporte marítimo. Desde estas instalaciones suministrará a parte de la flota de Brittany Ferries que cubre la ruta entre Santander y Portsmouth (Reino Unido).