Familia con hija pequeña descansando en el sofá de la sala de estar

Aislamiento térmico: qué es, tipos y beneficios

Una medida eficiente para el hogar

En los últimos años el clima nos está demostrando que la temperatura y el confort son dos cuestiones relacionadas y el aislamiento térmico juega un papel clave.

Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene el aislamiento térmico en nuestras viviendas. Medidas como el uso de materiales aislantes o la sustitución de las ventanas y otros gestos cotidianos como la ventilación o el uso de las persianas pueden aumentar la calidad de vida en casa y ayudar a ahorrar en el coste energético. 

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¿Qué es el aislamiento térmico?

El aislamiento térmico es el conjunto de materiales aislantes y técnicas constructivas cuya instalación permiten reducir la transmisión de calor entre dos espacios (entre el interior y el exterior de una vivienda, o entre espacios de una misma vivienda). 

Saber qué es el aislamiento térmico y qué beneficios tiene para nuestro hogar es uno de los primeros pasos para disfrutar de una vivienda más confortable, respetuosa con el medio ambiente, y también para reducir gastos. De este modo, durante el invierno el aislamiento térmico puede, por ejemplo, reducir la pérdida de calor, mientras que, en los meses de verano, puede evitar el aumento excesivo del mismo.

El Código Técnico de la Edificación -esto es, el conjunto normativo que regula la construcción de edificaciones en España- incluye, en su apartado dedicado a la regulación de las condiciones para el control de la demanda energética, algunas normas de obligado cumplimiento para el aislamiento térmico de los edificios, entre las que se encuentran las características que deben cumplir los materiales de aislamiento térmico, pero también el uso de otros elementos como persianas o toldos.

¿Qué materiales se usan para el aislamiento térmico?

El aislamiento térmico es fundamental para mantener el confort en nuestro hogar y reducir el consumo energético. Existen diferentes tipos de aislamiento, cada uno con sus propias características y aplicaciones específicas.

Interior de una pared rellena de materiales aislantes

  1. Aislamiento de fibra de vidrio: Es uno de los materiales aislantes más comunes y económicos. Se utiliza en paredes, techos y suelos, y ofrece una buena resistencia al calor.
  2. Aislamiento de espuma rígida: Este tipo de aislamiento, como el poliestireno expandido (EPS) o el poliuretano (PUR), es ideal para áreas con espacio limitado, como paredes exteriores o cubiertas.
  3. Aislamiento de lana de roca: Fabricado a partir de roca fundida, este material es resistente al fuego y al agua, lo que lo hace ideal para su uso en áreas húmedas o expuestas al calor.
  4. Aislamiento de celulosa: Fabricado a partir de papel reciclado, este tipo de aislamiento es ecológico y eficaz en la reducción del ruido y la transferencia de calor.
  5. Aislamiento de poliestireno expandido (EPS): Ligero y resistente, el EPS se utiliza comúnmente en techos, suelos y paredes exteriores para proporcionar un buen aislamiento térmico y acústico.

Cada tipo de aislamiento tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que es importante elegir el más adecuado según las necesidades específicas de tu hogar y tu presupuesto. Además, estos tipos de aislamiento térmico en viviendas pueden dividirse en dos, en función de si requieren o no del consumo de energía: los activos y los pasivos. 

Las medidas pasivas incluyen desde la orientación de la vivienda o las técnicas constructivas que favorecen la ventilación cruzada hasta el uso de materiales de aislamiento térmico en fachadas o suelos. 

Por su parte, los sistemas de aislamiento térmico activos se refieren al uso de sistemas de calefacción, equipos de refrigeración o humidificación, entre otros.

Beneficios del aislamiento térmico en el hogar

La inversión en el aislamiento térmico de la vivienda tiene beneficios inmediatos y duraderos, y es posible recuperarla gracias al ahorro económico que permite. Estos son algunos de ellos:

  • Mayor confort en el hogar
    Uno de los beneficios del aislamiento térmico en viviendas que se percibe de inmediato es el confort que proporciona una temperatura adecuada en casa. Mantener una vivienda fresca en verano y cálida en invierno aporta calidad de vida y aumenta el uso que podemos darle a las estancias del hogar. 

  • Ahorro energético
    Mejorar el aislamiento térmico permite economizar energía que de otro modo habría que emplear en contrarrestar las pérdidas y ganancias de calor. 

  • Ahorro económico
    A menor demanda energética en la vivienda, menor gasto en luz o gas. 

  • Cuidado del medio ambiente
    Una vivienda con un aislamiento térmico eficiente es también más respetuosa con el medio ambiente, ya que el menor consumo de energía supone también menos emisiones de CO2.

  • Aislamiento acústico
    Otro beneficio es que algunos de los materiales de aislamiento térmico proporcionan igualmente un aceptable aislamiento acústico. La propia espuma de poliuretano, lana de roca o lana de vidrio que podemos utilizar para aislar térmicamente una vivienda son también aislantes acústicos.

  • Aislamiento contra la humedad
    Del mismo modo, el aislamiento térmico de la casa reduce la condensación y la humedad, lo que también reduce el riesgo de aparición de moho.

  • Mejora de la salud
    Una vivienda confortable es también una vivienda más saludable. Tanto disponer de una temperatura adecuada en casa como la reducción de la humedad reducen el riesgo de contraer enfermedades.
     
  • Menos impuestos, más ayudas
    Además del ahorro económico derivado del ahorro energético, determinadas inversiones para la mejora de la eficiencia energética de la vivienda son objeto de subvenciones y deducciones en el IRPF, y en un horizonte no muy lejano podrían traducirse en menos impuestos, por tratarse de viviendas más sostenibles. 
Infografía Aislamiento Térmico

El kilovatio que no consumes es el kilovatio más sostenible y más barato, pero es verdad que aun así siempre vas a tener que consumir algo, y ahí también te puedes ir hacia soluciones que sean respetuosas con el medio ambiente y que te ayuden a ahorrar". En este sentido, los Planes Energías de Repsol permiten obtener un importante ahorro, a la vez que apuestan por las energías renovables.

Borja Giménez
Experto en negocios de bajas emisiones en Repsol

Consejos para mejorar el aislamiento térmico de nuestro hogar

“Preferimos comenzar por abrigar nuestros hogares: que nuestras fachadas, nuestras cubiertas, nuestras ventanas nos estén protegiendo realmente del frío. A partir de aquí buscamos un sistema de calefacción que sea lo máximo de eficiente, y luego, sobre todo, aprender a utilizar bien nuestras viviendas: que sepamos ventilar bien, cerrar persianas antes de que se vaya el sol para retener ese calor o sellar bien nuestras ventanas para no tener fugas energéticas por ellas”, indica María Cruz Solano, arquitecta especializada en Eficiencia Energética y Bioconstrucción en el área de soluciones de GNE Finance, empresa dedicada a la rehabilitación ecosostenible de viviendas y participada por Fundación Repsol, en su apuesta para apoyar el crecimiento de empresas que trabajan por el reto global de la transición energética y que generan un triple impacto: económico, social y medioambiental.

Interior de una pared rellena de materiales aislantes

Estos son algunos consejos para mejorar el aislamiento térmico en la vivienda:
 
  • Sustituir las ventanas por otras más eficientes desde el punto de vista térmico.
  • Aislar el suelo y las paredes.
  • Instalar persianas de materiales aislantes y aislar también el cajón de la persiana.
  • Sellar las pérdidas de las ventanas y colocar burletes.
  • Hacer un buen uso de las persianas en función de la orientación de la vivienda y la época del año.
El interior de las paredes y el suelo de un ático, relleno de materiales aislantes

  • Ventilar correctamente en invierno, varias veces, pero poco tiempo, y de forma cruzada.
  • Utilizar alfombras en el suelo y cortinas de lana en las ventanas que reduzcan el frío en invierno.
  • Instalar toldos, pérgolas o voladizos que reduzcan el calor en verano.
  • Aumentar el número de plantas en casa para controlar la humedad.
  • Optar por sistemas de calefacción eficientes y adecuados a las características de la vivienda.