Biomasa
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Te contamos todo esta fuente de energía limpia y renovable.
Qué es el biometano y para qué sirve
Metano de origen renovable, un paso más hacia la sostenibilidad
Tiempo de lectura: 6 min
En la búsqueda de combustibles más sostenibles, el biometano es una alternativa muy interesante al gas natural, que no deja de ganar posiciones en el panorama energético actual, gracias a su contribución a la transición energética, la descarbonización de la energía y la economía circular. ¿Estamos ante la nueva energía del futuro?
¿Qué es el biometano y cómo se obtiene?
El biometano, también conocido como gas renovable, es un gas combustible que se obtiene a partir del biogás, tras someter este último a un tratamiento conocido como «upgrading».
Mediante este proceso, que retira determinadas impurezas del biogás (como, por ejemplo, el CO2), se logra que el gas alcance una proporción de metano que ronda el 95 %. Este grado de pureza permite su incorporación a la red gasista, mezclado con gas natural convencional, de manera que la energía del biometano pueda utilizarse para generar electricidad y calor, así como para propulsar vehículos para ir hacia una movilidad más sostenible.
Diferencia entre biogás y biometano
En esencia, la principal diferencia es que podría decirse que el biometano es biogás que ha pasado por un proceso de purificación, con el fin de que su composición sea lo más similar posible a la del gas natural fósil.
Usos y aplicaciones del biometano
Al tener una composición y un poder energético muy similares a los del gas natural de origen fósil, el biometano puede utilizarse para los mismos fines:
1. Alternativa al gas natural: Se puede inyectar en la red de gas para reemplazar al gas natural (se mezcla con este en cualquier proporción) y distribuirlo para su consumo tanto residencial como industrial. Esto permite el aprovechamiento de las infraestructuras ya existentes.
2. Genera electricidad y calor: Su combustión también sirve para generar electricidad y calor. En este caso suele emplearse el biogás directamente, sin necesidad de purificarlo a biometano.
3. Permite propulsar vehículos: De hecho, el empleo de biometano como biocombustible renovable avanzado posibilita una mejora de la calidad del aire al emitir menos gases de efecto invernadero, de manera que se convierte en un gran aliado en la transición energética como combustible renovable. El uso del gas natural comprimido o GNC está en auge entre, por ejemplo, las flotas de autobuses urbanos.
4. Materia prima: Como materia prima, por ejemplo, para la producción de hidrógeno renovable.
5. Genera empleo: La producción de biometano permite impulsar el desarrollo de las zonas rurales y potenciar la generación de empleos relacionados con los sectores agrícola y ganadero. También contribuye a la sostenibilidad del sector agroganadero, ya que su autoconsumo contribuye a descarbonizar ese sector.
6. Fomenta la economía circular: Al permitir una gestión y un aprovechamiento eficientes de los residuos orgánicos, puesto que se devuelven al campo los digestatos obtenidos como fertilizantes.
7. Aprovechamiento de los residuos: Por último, el aprovechamiento de los residuos para producir energía autóctona contribuye al plan de reducción de dependencia energética de Europa (plan REPowerEU).
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La producción de hidrógeno a partir de biometano
El hidrógeno renovable o verde (esto es, libre de emisiones CO2) se considera hoy un agente fundamental para la descarbonización de determinados sectores cuya electrificación resulta muy difícil, como en la industria pesada y el transporte de largo recorrido, de ahí que sea crucial encontrar maneras de producirlo con el menor impacto posible.
La producción de hidrógeno renovable mediante este método es una muestra más del esfuerzo de Repsol por transformar sus complejos industriales en polos multienergéticos capaces de generar productos descarbonizados. Se encuadra dentro de su estrategia de economía circular que, desde 2018, apuesta por el uso de los residuos como materia prima para sus productos. Como líder en la producción y el consumo de hidrógeno en España, Repsol dedica buena parte de sus esfuerzos a promover proyectos industriales de gran envergadura, como el Corredor Vasco del Hidrógeno, el Valle del Hidrógeno de Cataluña, el clúster del Hidrógeno en Castilla-La Mancha y el Polo del Hidrógeno Renovable en Cartagena, al tiempo que impulsa diversas tecnologías para lograr sus objetivos de producción de hidrógeno renovable.