Vista aérea de un coche en una carretera en medio de un bosque

¿Qué tipos de combustibles existen?

Energía para nuestro día a día

Hoy día, la vida sin combustibles sería inimaginable: nos proporcionan electricidad y calor, permiten que nos desplacemos de un lugar a otro cómodamente, impulsan el transporte de mercancías y alimentan los procesos de fabricación de una enorme variedad de productos indispensables en nuestra sociedad, desde el acero hasta los productos sanitarios o los plásticos. Dada su enorme importancia, a continuación, veremos qué tipos de combustibles existen y cómo se clasifican.

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Combustibles según su estado físico

Según su estado físico, los combustibles pueden clasificarse en sólidos, líquidos y gaseosos. 

  1. Sólidos: Los combustibles sólidos son aquellos cuya presentación es una sustancia compacta. Entre otros ejemplos, destacan el carbón, la madera o la biomasa (en la que se incluyen los residuos de las industrias de transformación de la madera, la pulpa y el papel, así como los residuos agrícolas). De estas fuentes de energía, el carbón posee una gran importancia histórica, se convirtió en el catalizador de la Revolución Industrial, alimentando las calderas de vapor que impulsaban las locomotoras, los barcos y la maquinaria de las fábricas.

  2. Líquidos: Los combustibles líquidos se caracterizan por encontrarse en este estado a temperatura ambiente y presión atmosférica. El petróleo es el más conocido, pero no se suele utilizar en crudo, sino que se refina para producir gasolina, diésel o queroseno, entre otros. Su uso ha sido fundamental para el rápido desarrollo de todos los medios de transporte en el último siglo, que ha permitido al ser humano acortar distancias entre ciudades y países, impulsar el transporte de mercancías a nivel mundial e, incluso, viajar al espacio.  Además, el petróleo se usa como materia prima en la industria química para fabricar multitud de productos de nuestra vida cotidiana. 

  3. Gaseosos: Estos combustibles se presentan en forma de gas; los ejemplos más destacados son el gas natural —que se compone principalmente de metano— y el gas butano, cuya versatilidad y fácil manejo hacen que sea adecuado para una amplia variedad de ámbitos como el hogar, la industria o el transporte. En concreto, los vehículos movidos por gas licuado de petróleo (GLP) se benefician del butano como combustible.

Combustibles según su origen

Una ilustración que muestra varios tipos de combustibles renovables
  • Fósiles

Formados a partir de la descomposición de materia orgánica a lo largo de millones de años, los principales combustibles de este tipo son el petróleo, el carbón y el gas natural. Se trata de combustibles finitos y no renovables, por lo que la cantidad de que se dispone es limitada y, además, no está repartida de forma equitativa por el planeta. 

  • Renovables

Estos combustibles se producen a partir de materias primas de origen renovable. Por ejemplo, los residuos orgánicos que genera nuestra propia sociedad, como aceites de cocina usados o restos de la agricultura, la ganadería o la industria agroalimentaria. También se pueden fabricar mediante la combinación de CO₂ retirado de la atmósfera e hidrógeno renovable. Uno de sus puntos fuertes es que reducen las emisiones, porque el CO₂ que se libera al usarlos equivale al CO₂ que se ha retirado previamente de la atmósfera para su fabricación. Por este motivo, los combustibles renovables son una de las alternativas más eficaces para reducir las emisiones del transporte a corto plazo como movilidad sostenible.

Combustibles según su uso

Manguera de combustible en una gasolinera

Para transporte

Los más utilizados son la gasolina y el diésel y se obtienen destilando petróleo crudo. La primera se usa en vehículos como coches, motocicletas y camiones ligeros, mientras que el diésel se utiliza en coches y principalmente en camiones pesados y autobuses. Por su parte, el queroseno ha pasado de ser combustible para las lámparas de las farolas a ser combustible para aviones y es la fuente de energía más barata.

Otro combustible cada vez más usado es el Autogas o GLP (Gas Licuado de Petróleo), un carburante cuyo resultado es la mezcla de gas butano y propano y que utilizan millones de vehículos debido a sus beneficios medioambientales.

Los combustibles renovables también están en expansión. Hoy, las gasolinas y gasóleos que repostamos en España contienen un 10% de combustible renovable. Los más habituales son el biodiésel (mezcla con diésel convencional) y el bioetanol (mezcla con gasolina) y se pueden utilizar los motores de combustión. El suministro se realiza con la misma red de infraestructura actual. 

Pellets de madera, abedul y rampa con hojas

Para calefacción

El gas —ya sea butano, propano o gas natural— y el gasóleo se han utilizado tradicionalmente en la calefacción residencial y la producción de agua caliente por su accesibilidad, seguridad y confort. 

Por otro lado, en los últimos tiempos se ha popularizado el uso de biomasa (astillas de madera, pellets o residuos agrícolas) para la calefacción. Se quema directamente en calderas o bien se usa en sistemas de calefacción central para generar tanto calor como agua caliente sanitaria.

Paneles solares y molinos eólicos sobre el mar

Para generación de electricidad

Combustibles fósiles como el gas natural, el carbón o el fueloil se utilizan desde hace años para generar electricidad en centrales térmicas convencionales. Su combustión produce vapor e impulsa las turbinas que generan la electricidad.

El gas natural se usa también en las centrales térmicas de ciclo combinado, donde su energía térmica se transforma en electricidad con la ayuda de una turbina de gas y otra de vapor. Estas centrales son más eficientes, ya que consumen menos combustible, gastan menos agua y tienen emisiones más bajas.

Esta competición de catamaranes voladores fue más sostenible gracias a nuestros combustibles renovables para todas las embarcaciones de apoyo.

No te pierdas cómo lo vivieron Carlos Santa Engracia (@TopesdeGama) y @MrMikelGarcia.