Conducción eficiente

Turismo sostenible

Turismo responsable con el planeta

El turismo sostenible no es simplemente una forma de explorar el mundo, sino un compromiso consciente con la preservación del planeta. Cada vez más viajeros toman conciencia de los efectos que origina el turismo e intentan que sus viajes generen el menor impacto medioambiental. 

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¿Qué es el turismo sostenible?

El turismo sostenible es más que una tendencia; es una filosofía de viaje que busca reducir la huella ecológica, promover la responsabilidad social y económica, y preservar la autenticidad cultural de los destinos visitados.

Con ese compromiso creciente como telón de fondo, surgen alternativas basadas en la sostenibilidad turística. Este tipo de propuestas de turismo responsable buscan el equilibrio entre el disfrute de los viajeros y la preservación de los recursos para las generaciones venideras.

Es una respuesta consciente a los desafíos ambientales y sociales que enfrenta el planeta, proponiendo prácticas turísticas que permitan a las generaciones futuras disfrutar de los mismos destinos que nosotros. La Organización Mundial del Turismo (OMT), máxima autoridad mundial en la materia, lo describe como “aquel que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.  

Hacer una evaluación del impacto ambiental y social para comprender las posibles repercusiones de las actividades turísticas es un buen primer paso para desarrollar modelos de turismo sostenible. A partir de ahí, apostar por medidas que minimicen el impacto ambiental de la actividad, así como fomentar la participación de las comunidades locales también es crucial. Además, educar a los viajeros sobre prácticas responsables y promover la conservación del patrimonio cultural material e inmaterial contribuye a impulsar la sostenibilidad turística algo que, a la larga, no solo preserva los destinos para las generaciones futuras, sino que también ofrece experiencias enriquecedoras y auténticas a los viajeros. 

Principios del turismo sostenible

Turismo respetuoso con el medioambiente

Reducción huella ecológica

Minimizar el impacto medioambiental es esencial en el modelo de turismo sostenible. Dentro de este capítulo se incluyen, por ejemplo, decisiones habituales para los viajeros como elegir opciones de transporte más respetuosas con el medio ambiente -desde compartir vehículo a optar por trenes, transportes eléctricos, aviones impulsados con biocombustibles…- o hacer lo propio con alojamientos que apuesten por la sostenibilidad turística, esto es, establecimientos que no solo tratan de optimizar los recursos medioambientales, sino que son respetuosos con el entorno en el que se encuentran y contribuyen a la economía local. 

Repsol tiene como objetivo ser una compañía cero emisiones netas en 2050. Este compromiso se traduce, en nuestro impulso a los combustibles renovables como los biocombustibles avanzados o los combustibles sintéticos con el reto de reducir la emisión de C02 a la atmósfera, en sectores como el transporte aéreo. También apoyamos a los alojamientos turísticos que apuestan por la sostenibilidad reconociendo a aquellos involucrados en proyectos de respeto medioambiental y eficiencia energética a través de iniciativas como el certificado ‘Cocina Eficiente y Sostenible’. Para alcanzar la certificación no solo se tienen en cuenta criterios como la eficiencia energética de las instalaciones, la medición y reducción de emisiones, la movilidad eléctrica o la concienciación y formación. También se valoran otras cuestiones como la reutilización y valorización de residuos o el derroche de alimentos.

Acueducto Tarragona

Conservación del patrimonio natural y cultural

Conservar el patrimonio cultural y natural es otro pilar fundamental del turismo sostenible. Los viajeros que apuestan por la sostenibilidad turística se esfuerzan por comprender, respetar y participar de las tradiciones y productos locales, contribuyendo así a la preservación de la identidad cultural de los destinos.

Del mismo modo, el uso óptimo de los recursos medioambientales es imprescindible para el turismo sostenible. Participar en actividades que no dañen la flora y fauna locales, por ejemplo, es habitual en este tipo de propuestas que ofrecen experiencias al viajero respetando la biodiversidad de los entornos. Un paseo en kayak para disfrutar de hábitats acuáticos únicos minimizando el impacto de la visita, una jornada de observación de aves con guías locales para no perturbar las poblaciones, paseos a pie disfrutando de rutas naturales con expertos… Este tipo de iniciativas se multiplican como lo hacen las propuestas que defienden la sostenibilidad turística.  

Turismo responsable

Turismo responsable, equitativo y viable

El turismo sostenible no solo busca el crecimiento económico, sino también la mejora significativa de la calidad de vida y el bienestar de las poblaciones involucradas tanto las locales como las viajeras. El turismo responsable trata de generar beneficios socioeconómicos bien distribuidos entre todos los agentes implicados. Esto supone, por ejemplo, la creación de oportunidades de empleo sostenible, la distribución justa de ingresos y la provisión de servicios sociales para las comunidades anfitrionas. 

Imagina, por ejemplo, una comunidad rural en la que sus vecinos son capacitados como guías turísticos compartiendo su conocimiento sobre la biodiversidad de la zona, sus tradiciones… Al mismo tiempo pueden crearse empleos en la construcción y mantenimiento de los alojamientos turísticos. Los frutos del turismo se comparten equitativamente, financiando proyectos comunitarios y brindando oportunidades de crecimiento, donde cada visita deja un legado de prosperidad. El objetivo es establecer prácticas económicas que no solo sean rentables, sino que también contribuyan activamente al compromiso con la sociedad.

Ejemplos de turismo sostenible

Cada vez son más quienes apuestan por practicar un turismo responsable, pero también crece la lista de destinos comprometidos con la sostenibilidad turística. Unos y otros avalan que la fórmula no solo permite explorar el mundo de manera auténtica, sino también convertirnos en garantes de la riqueza natural y cultural del planeta. 

Pasear por las ciudades es una de las claves del turismo sostenible y, en este sentido, las llamadas ciudades de 15 minutos son un destino ideal. Se trata de propuestas urbanísticas donde prima un diseño que permite disponer de todos los servicios esenciales en un radio de 15 minutos a pie, en bicicleta o en transporte público. ¿El resultado? Una reducción notable del uso del coche, los tiempos de desplazamiento y la contaminación.  

Encontramos ciudades como Barcelona donde su sistema de ‘supermanzanas’ combina un transporte público eficiente, el impulso al uso de las bicicletas eléctricas y recorridos a pie con un modelo de ciudad que crea zonas de circulación prioritaria para peatones y bicicletas con más zonas verdes, infantiles y espacios para la práctica deportiva. Más allá de nuestras fronteras, ciudades como Melbourne, Bogotá o Shanghái también cumplirían con las exigencias de este tipo de ciudades que, sobre todo en términos de movilidad, apuestan por la sostenibilidad turística.  

Pero si hablamos de turismo responsable, movilidad sostenible y destinos con encanto, aquí tienes algunos imprescindibles:

Amsterdam

Amsterdam (Países Bajos)

Hace ya varias décadas que la ciudad de los canales decidió desarrollar un modelo de economía circular al que en 2009 se sumó su consideración como primera ciudad europea inteligente. ¿La clave? Un urbanismo respetuoso con los recursos naturales que, además, promueve una movilidad sostenible con su red de bicicletas y transporte público, recorridos en barco eléctrico por sus canales y opciones de alojamientos ecológicos que hacen que el turismo sostenible sea parte integral de la experiencia.  

Copenhague

Copenhague (Dinamarca)

El desarrollo económico y medioambiental de la capital danesa, sumada a sus bajos índices de polución y contaminación o su cohesión social son claves para considerarla un destino ideal de turismo sostenible. La eficiencia de su sistema de transporte público, sus flotas de vehículos eléctricos compartidos o sus propuestas de recorridos turísticos sostenibles -que incluyen paseos en barco con energía solar y visitas a parques eólicos marinos, promoviendo la conciencia ambiental- resultan de lo más interesantes. 

Bután

Bután

En Bután -donde para medir el bienestar de la población el gobierno usa el IFNB o Índice de Felicidad Nacional Bruta-, el turismo sostenible es una prioridad. Desde senderismo en el Himalaya hasta participar en festivales locales, cada experiencia es una oportunidad para apoyar la sostenibilidad turística, algo a lo que, además, se suma la llamada ‘ecotasa’ o tasa turística con la que, desde que comenzara a recibir visitantes en 1974  ha logrado preservar tradiciones, templos y pueblos que parecen no haber cambiado en siglos. 

Carpooling

La movilidad en nuestros viajes

Cada decisión como turista puede marcar la diferencia, y el turismo sostenible brinda la oportunidad de hacer elecciones que beneficien a todos.  

Planificar un viaje priorizando trayectos en los que existan opciones de movilidad sostenible, elegir medios de transporte compartidos o apostar por combustibles renovables, así como diseñar rutas donde sostenibilidad y turismo vayan de la mano -ya sea en los trayectos, el alojamiento o las propias actividades- de la experiencia es un buen paso. Adoptar prácticas turísticas responsables permite disfrutar de la belleza del mundo mientras contribuimos a su preservación. Es una apuesta de futuro que no solo enriquece nuestras vidas como viajeros, sino que también deja un legado positivo para las próximas generaciones.