Valorización de residuos: qué es, tipos y ejemplos

Clave para la economía del futuro

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¿Qué ocurre cuando un producto llega al final de su vida útil? La valorización de residuos brinda una nueva utilidad a estos desechos a través del reciclaje, la recuperación, la reutilización o su transformación en energía. Descubre cómo funciona este innovador modelo de gestión de residuos, clave para la economía del futuro.

Durante los últimos años, la economía circular se ha convertido en la principal alternativa para lograr un modelo de desarrollo sostenible a largo plazo y respetuoso con el medioambiente. La valorización de residuos constituye uno de los ejes principales de esta estrategia, capaz de alargar el ciclo de vida de los productos y transformar los desechos en energía o materias primas, evitando que acaben en el vertedero.

¿Qué es la valorización de residuos?

La valorización de residuos es una optimización del tratamiento de residuos que permite su reconversión con un objetivo concreto, ya sea la generación de energía o la obtención de nuevas materias primas.

La directiva europea 2008/98/CE, de 19 de noviembre, define la valorización de residuos como cualquier operación cuyo objetivo principal es “que el residuo pueda servir con una finalidad útil a sustituir a otros materiales que, de otro modo, se habrían utilizado para cumplir una función particular”.

En España, además, la gestión de residuos y suelos contaminados está regulada por la Ley 7/2022, de 8 de abril, que destaca la importancia de la valorización energética dentro de una economía circular, que minimice los efectos negativos sobre la salud humana y el medioambiente. De esta forma, es posible incrementar la eficiencia del sistema productivo, avanzando hacia un modelo de residuo cero.

Durante el pasado 2021, la economía española generó alrededor de 138 millones de toneladas de residuos, un 31% más que el año precedente, según el informe “Grandes Cifras del Sector del Reciclado de Residuos 2022” de IFMA España. De esta cantidad, sólo se reciclaron un 15% de los residuos totales, mientras que el resto acabaron en el vertedero. Sin embargo, contando con la estrategia de gestión de residuos adecuada, la mayoría de estos desechos podrían revalorizarse.

Tipos de valorización de residuos

En función de su objetivo final, existen dos tipos de valorización de residuos:

Valorización energética

Permite transformar los desechos que no pueden ser reciclados en energía, primando las fuentes alternativas o renovables, como el biogás o el biometano.

Valorización de residuos sólidos

Centrada en el reciclaje de residuos no peligrosos, como detallaremos a continuación, y su transformación en materias primas, que volverán a incorporarse al proceso productivo completando el ciclo de la economía circular.

¿Conoces la jerarquía de residuos?

De acuerdo con la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, para conseguir el mejor resultado medioambiental establece la siguiente jerarquía de residuos, por orden de prioridad:

Prevención
Preparación para la reutilización
Reciclado
Valorización (incluida la energética)
Eliminación

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¿Cuáles son los residuos valorizables?

laboratorio analizando residuos valorizables

De forma general, podemos definir los residuos valorizables como todos aquellos desechos no peligrosos susceptibles de ser reciclados o recuperados, total o parcialmente, para transformarlos en nuevos materiales.

Dentro de esta categoría se encuentran el papel y el cartón, el vidrio, el plástico ligero, la madera, los metales, los componentes de aparatos electrónicos de uso doméstico o comercial, como los ordenadores, o los residuos orgánicos o bioresiduos, entre otros.

¿Y los residuos no valorizables?

Si bien una gestión de residuos sostenible siempre debe contemplar la valorización como estrategia prioritaria para su tratamiento, cuando no es viable reciclar o recuperar los materiales desechados hablamos de residuos no valorizables, cuyo destino final es el vertedero.

La normativa vigente relacionada a estos desechos también obliga a las empresas a supervisar las operaciones para su eliminación, adoptando las medidas necesarias para proteger la salud humana y el medioambiente.

No obstante, una vez concluido el ciclo de vida del producto, estos residuos todavía pueden aprovecharse para generar energía para uso doméstico e industrial mediante la aplicación de diversos procesos termoquímicos o bioquímicos. Así, es posible su transformación en fuentes de energía ecológicas, como energía eléctrica, biogás o biometano.

Beneficios de la valorización de residuos

La aplicación de estas estrategias de valorización de residuos dentro de una economía circular supone incontables ventajas, tanto a nivel medioambiental como económico y social.

Ámbito medioambiental

Fomenta el uso de energías renovables alternativas y reduce la cantidad de basura de los vertederos, la generación de gases y líquidos contaminantes derivados de su acumulación. Es una herramienta útil para mitigar el cambio climático y prevenir la contaminación global.

Ámbito económico

Logra un modelo más sostenible. Al transformar sus residuos, las empresas pueden reducir su gasto de comprar nuevas materias primas. La valorización energética permite avanzar a un modelo más autosuficiente, reduciendo la dependencia energética exterior.

Ámbito social

La valorización de residuos supone la creación de puestos de empleos verdes. El pasado año se emplearon a 7.800 personas. El impulso de las energías verdes mejora las perspectivas de las generaciones futuras, asegurando el suministro energético y su calidad de vida.

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Valorización de residuos en Repsol

Dentro de las estrategias de economía circular de Repsol podemos encontrar varios ejemplos de valorización de residuos, como sus diversos proyectos basados en el compostaje, centrados en la valorización de residuos orgánicos derivados de las operaciones de explotación y producción de la compañía en zonas remotas, como los procedentes de alimentación y cocina. Estos proyectos de gestión de residuos permiten proporcionar nutrientes al suelo que sirven como fertilizantes para cultivos. Desde 2019, las plantas de Repsol del Bloque 57 en Perú y en Campo de Margarita, en Colombia, han transformado más de 70 toneladas de compost, usados tanto para la fertilización de los terrenos propios como por las comunidades locales.

La planta de Bilbao de Repsol representa varios proyectos pioneros en el tratamiento de residuos urbanos, sometidos a un proceso de pirólisis para la generación de biogás, y de valorizacion de residuos urbanos. De esta forma, será posible evitar que hasta 100.000 toneladas anuales de basura lleguen al vertedero.

Otro ejemplo destacado de valorización energética es la Ecoplanta de Tarragona, construida conjuntamente con Enerkem y Agbar. Esta instalación será la primera en la Península Ibérica en valorizar residuos sólidos urbanos no reciclables transformándolos en metanol, que a su vez se reconvertirá en combustibles 100% renovables.

Recientemente, en Repsol hemos dado un paso más a la estrategia por la economía circular uniéndonos a Acteco, especializada en la valorización de residuos en España. De esa manera, podemos seguir desarrollando y lanzando al mercado nuevos materiales sostenibles en nuestra gama Repsol Reciclex.