Huella ecológica
Huella ecológica
Un indicador de sostenibilidad para medir nuestra huella medioambiental.
¿Qué es el composting y para qué sirve?
Abono natural mitigando nuestra huella ecológica
El reciclaje ofrece muchas alternativas para gestionar los residuos orgánicos domésticos de forma más eficiente, a través de técnicas como el compostaje o composting.
Los residuos orgánicos biodegradables, también conocidos como biorresiduos, representan aproximadamente la mitad del contenido de las bolsas de basura que se generan cada día en los hogares españoles. Gracias al composting, es posible reciclar estos desechos para darles un nuevo uso o producir energía, siguiendo los principios de la economía circular.
La optimización de la gestión de residuos ocupa un lugar central dentro de este nuevo modelo económico, capaz de aunar la eficiencia y el cuidado del medioambiente. Dentro de esta estrategia transversal, el compostaje representa un ejemplo excelente de todo lo que podemos aportar a nivel individual para lograr este objetivo. Además de reciclar parte de nuestros residuos domésticos, esta práctica también permite reducir la cantidad de basuras que acaban en el vertedero y mitigar nuestra huella ecológica, avanzando hacia un modelo productivo de Residuo Cero.
¿Qué es el composting?
El composting es una técnica que permite producir abono natural producido a partir de la descomposición de residuos orgánicos por la acción de bacterias, hongos y animales como gusanos, lombrices y hormigas. Este proceso también se produce en la naturaleza como resultado de la oxidación biológica de restos vegetales.
El composting puede llevarse a cabo a diferentes escalas, desde grandes instalaciones industriales que procesan grandes volúmenes de desechos orgánicos hasta pequeños sistemas domésticos en un hogar. Aquí te enseñaremos como llevar a cabo esta técnica. El proceso implica una combinación de bacterias, hongos y otros microorganismos que descomponen la materia orgánica en condiciones aeróbicas (con presencia de oxígeno).
¿Qué tipos de compost hay?
Compost tradicional
Este tipo de compost se elabora usando residuos orgánicos que se dejan reposar en pilas que se voltean de forma periódica, ya sea de forma manual o mecánica, para oxigenar la mezcla y evitar que el compost se compacte.
Compost en superficie
Con este método de compostaje, conocido como composting en pilas estáticas, simplifica el proceso anterior aplicando la materia orgánica directamente sobre la tierra. De esta forma, a medida que se va descomponiendo, los nutrientes se filtran directamente al suelo.
Compost industrial
Este tipo requiere de unas instalaciones más complejas, que incluyan un sistema de ventilación forzada y control de temperatura para favorecer el desarrollo de bacterias más activas que produzcan compost más rápidamente y evitar la aparición de gérmenes.
Vermicompost o humus de lombriz
Esta técnica de composting utiliza lombrices rojas de California, una especie capaz de devorar prácticamente cualquier resto vegetal. El compost resultante, conocido como humus de lombriz o vermicompost, destaca por sus altas propiedades nutritivas.
Compost de estiércol y avicomposta
Originario de Japón, este tipo de compost aprovecha los restos derivados del cultivo del arroz, añadiendo agua, melaza, carbón triturado, levadura y otros elementos para acelerar la descomposición.
¿Para qué sirve el compost?
¿Para qué sirve el compost?
El composting, como sabes es un proceso biológico que implica diversas fases según la actividad microbiana y las condiciones del montón de compost. Estas son las fases por las que tienen que pasar nuestros residuos orgánicos para convertirse en compost:
Fase Mesófila
La fase mesófila es la primera etapa en el proceso de compostaje. Durante esta fase, los microorganismos mesófilos, que son aquellos que crecen y se desarrollan mejor en temperaturas moderadas (20 ºC y 40 ºC), empiezan a actuar sobre la materia orgánica presente en el montón de compost. Este proceso se desarrolla durante los primeros 2 -3 días.
Fase termofílica
La fase termofílica es la segunda etapa en el proceso de compostaje y es esencial para la producción de un compost de alta calidad. Los microorganismos termofílicos, que prosperan a altas temperaturas (hasta 70 ºC), se convierten en los principales actores. Durante una o dos semanas estos descompondrán los componentes orgánicos más complejos (grasas, proteínas, etc.)
Fase enfriamiento
La fase de enfriamiento es una etapa intermedia en el proceso de compostaje que sigue a la fase termofílica. Durante esta fase, la temperatura del montón de compost comienza a disminuir gradualmente y puede durar entre varias semanas o incluso meses. Durante este tiempo, los microorganismos siguen descomponiendo la materia orgánica, pero a un ritmo más lento.
Fase de madurez
La fase de madurez o maduración es la etapa final, en la cual el compost se estabiliza y adquiere las características aptas para su uso en jardinería o agricultura. Es crucial para garantizar que el compost sea de alta calidad. Puede durar varios meses e incluso un año debido a la lenta actuación de los microorganismos frente a los residuos orgánicos más resistentes como la lignina.
Cómo hacer compost en casa
Como verás a continuación, hacer compost en casa es un proceso realmente fácil para obtener un abono natural perfecto para cuidar de tus plantas o los jardines de tu comunidad. ¿Te animas a probar esta técnica de reciclaje doméstico?
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