¿Cuánto sabes de las "hard skills"?

Dominando habilidades técnicas

El mercado laboral está en constante evolución. Sus necesidades cambian, como lo hacen también los perfiles profesionales que han de adaptarse a nuevos retos. Las hard skills o habilidades duras son grandes aliadas en ese proceso. De hecho, la combinación de habilidades técnicas y competencias interpersonales es clave para definir los perfiles profesionales más demandados.

Conocer algunos ejemplos de habilidades duras así como su importancia en la búsqueda de empleo y cómo la formación y la experiencia pueden contribuir a potenciarlas es un  buen punto de partida para aprovecharlas al máximo. 

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¿Qué son las hard skills o habilidades duras?

Puede que su nombre no te resulte demasiado familiar pero lo cierto es que las hard skills, o habilidades duras, han sido esenciales para el desempeño laboral desde hace siglos. El término hace referencia a aquellas competencias técnicas y conocimientos específicos que una persona adquiere a través de la educación formal, la formación especializada y la experiencia laboral.

Estas habilidades son claves para poder desempeñar tareas concretas dentro de un puesto de trabajo. Y no solo eso. A diferencia de las habilidades blandas, que son más subjetivas y relacionadas con la personalidad y la comunicación, las hard skills son tangibles y medibles. Exámenes, certificaciones y pruebas de desempeño, por ejemplo, son algunas de las fórmulas con las que puede determinarse de manera objetiva el nivel o destreza que un profesional posee de estas habilidades duras. 

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Diferencias entre soft skills y hard skills

Cada vez es más común hacer del equilibrio la base del éxito de un buen perfil profesional. No se trata solo de saber poner en práctica la escucha activa, ser empático o dominar las últimas estrategias de marketing digital o los lenguajes de programación más avanzados. La capacidad técnica debe ir de la mano de la adaptabilidad y la eficacia para hacer del equipo humano un valor al alza en el entorno laboral.

Comprender la importancia de ese tándem hace que comprender la diferencia entre hard skills y soft skills sea fundamental pues es en el equilibrio entre ambas donde reside buena parte del éxito profesional. Como decíamos, las hard skills son las habilidades técnicas necesarias para realizar tareas específicas por lo que el abanico de habilidades duras es extraordinariamente amplio y depende de cada sector. Los conocimientos que necesita un ingeniero de telecomunicaciones poco tienen que ver con los que demanda un profesor de educación infantil, sin embargo, ambos deben contar con hard skills.

Las soft skills, por su parte, están directamente relacionadas con las habilidades sociales. Se trata de competencias personales o emocionales que permiten a una persona interactuar con los demás de manera eficaz. En este capítulo se incluyen desde la comunicación hasta el trabajo en equipo, pasando por la empatía, la resolución de conflictos o la gestión del tiempo, entre otros.

Mientras que estas últimas son más difíciles de cuantificar, las habilidades duras pueden certificarse mediante pruebas o evaluaciones. De hecho, las habilidades blandas forman parte de la naturaleza personal de cada uno y, aunque pueden potenciarse, lo cierto es que son las hard skills las que tradicionalmente se aprenden de forma sistemática.

En todo caso, unas y otras son esenciales en el entorno laboral siendo la combinación de ambas lo que verdaderamente marca la diferencia. Por ejemplo, un ingeniero puede tener excelentes conocimientos técnicos, pero si no puede comunicar sus ideas efectivamente o trabajar bien en equipo, su impacto será limitado. Dicho de otro modo, mientras que las hard skills determinan lo que una persona puede hacer técnicamente, las soft skills determinan cómo lo hace y cómo interactúa con los demás en el proceso. 

Ejemplos de habilidades duras

 
  1. Programación: Dado el auge del sector tecnológico, la programación es una de las hard skills más demandadas. Los conocimientos en los lenguajes de programación más populares -como Python, Java, C++, y JavaScript- son esenciales para desarrollar software, aplicaciones móviles y sitios web. En la misma línea, conocimientos en frameworks también son muy valorados.
  2. Gestión de proyectos: Otra de las habilidades duras más populares es la gestión de proyectos, imprescindible en multitud de industrias. Las empresas buscan profesionales capaces de gestionar proyectos de manera eficiente, empleando metodologías ágiles que contribuyan a mejorar la productividad. ¿Conoces Agile, Scrum, Kanban? ¿Te suenan Trello, Asana o similares? Tener la capacidad de planificar, organizar y gestionar recursos es un valor al alza y puede mejorar las oportunidades laborales.
  3. Contabilidad y finanzas: Las finanzas de una empresa son una pieza clave y, en la misma medida, lo son las hard skills vinculadas a este ámbito financiero. Esto puede incluir desde el manejo de software contable hasta el conocimiento de normas relacionadas con la contabilidad y la fiscalidad, pasando por la capacidad de realizar análisis financieros y auditorías.
  4. Diseño gráfico: El diseño gráfico está presente prácticamente en todos los sectores. No hay que ser una industria creativa para apostar por profesionales capaces de dominar algunos de los programas de diseño gráfico más populares. Estas habilidades duras permiten a los profesionales crear materiales visuales atractivos y efectivos, desde logotipos y folletos hasta campañas publicitarias completas.
  5. Marketing digital: Con el auge del comercio electrónico y la publicidad en línea, las hard skills vinculadas al ámbito del marketing digital ganan popularidad. Competencias en SEO (Search Engine Optimization), SEM (Search Engine Marketing), gestión de redes sociales, analítica web… Conocimientos en herramientas como Google Analytics, Google Ads, y plataformas de gestión de redes sociales también pueden proporcionar una ventaja competitiva en el mercado laboral.

 

Hard skills más importantes para buscar trabajo

Si bien es cierto que la lista varía en función del sector y las necesidades específicas de cada puesto, algunas de las hard skills más demandadas a la hora de encontrar un trabajo son:

  • Ciberseguridad: las habilidades duras en seguridad informática son esenciales para proteger datos y sistemas, máxime si tenemos en cuenta el aumento de la ciberdelincuencia. Conocimientos en criptografía, firewalls, sistemas de detección de intrusos, gestión de riesgos de seguridad… Las empresas buscan, cada vez más, expertos capaces de identificar, prevenir y responder a todo tipo de ataques cibernéticos. 
  • Data Science: la capacidad de interpretar y analizar grandes conjuntos de datos se ha convertido en otra de las hard skills más buscadas por las empresas, conscientes de su importancia a la hora de tomar decisiones informadas. Desde el dominio de herramientas de análisis de datos -como SQL, Excel o Python-, pasando por el conocimiento en visualización de los mismos, así como la experiencia en técnicas de aprendizaje automático y minería de datos pueden ser un gran impulso para el perfil profesional.
  • Idiomas: los idiomas son una de las hard skills por excelencia, pero cobran una importancia aún mayor cuando hablamos de empresas con presencia internacional. En un mundo globalizado, hablar varios idiomas abre puertas a oportunidades facilitando la comunicación con clientes, partners estratégicos…
  • Inteligencia artificial y aprendizaje automático: con la creciente adopción de IA en diversas áreas, las habilidades duras vinculadas a algoritmos de aprendizaje automático y desarrollo de IA son unas de las más buscadas. Profesionales con conocimientos en técnicas de machine learning, deep learning y procesamiento del lenguaje natural (NLP) son objeto de una demanda creciente. Además, la capacidad de desarrollar, entrenar y desplegar modelos de IA para resolver problemas complejos en todo tipo de sectores da una idea de las posibilidades que ofrece esta disciplina y cualquier habilidad vinculada con ella.

Adquirir y mejorar estas habilidades duras a través de cursos, certificaciones y experiencia práctica es fundamental, no en vano, la relación entre las hard skills y el empleo es innegable. La formación proporciona una base teórica sólida, mientras que la experiencia laboral permite aplicar y perfeccionar estas habilidades en un contexto real y, en este sentido, los programas de Formación Profesional (FP) dual resultan de lo más interesantes ya que combinan la teoría con la práctica, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de adquirir hard skills directamente en el entorno laboral.